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martes, 30 de agosto de 2011

Que la proyección de nuestras movilizaciones sean la dignidad para Chile

Las actuales movilizaciones en Chile que han centrado sus demandas en la recuperación de la Educación Pública permitieron cuestionar aspectos estructurales de la sociedad chilena. Herencias pinochetistas que una transición pactada estuvo lejos de aspirar a derribar hoy empiezan a ser cuestionadas por el conjunto de la sociedad chilena. Lo que se inició como las protestas estudiantiles por mejoras en el sistema educativo, hoy permiten proyectar un proceso de acumulación de fuerza que se dirija a generar un nuevo acuerdo social, con base democrática y participativa, que se preocupe de acabar las enormes desigualdades presentes en nuestra sociedad.

Tuvieron que pasar más de 20 años desde el retorno de la democracia para que se desencadenara un proceso de movilización que pudiera ir más allá de demandas sectoriales y pasara a aspirar cambios estructurales de fondo. La Concertación de Partidos por la Democracia, que gobernó durante 20 años, no hizo retroceder las embestidas neo-liberales del pinochetismo, sino que las perpetuó, las profundizó y les dio un barniz democrático.

Por eso cuando hoy el pueblo chileno sale hoy a las calles gritando “y va a caer la educación de Pinochet” aflora la fuerte frustración que produce mantener vigentes normativas de la dictadura que de forma tan mañosa y bien pensada aparecen como cerrojos imposibles de vencer. La actual lucha por la educación pública, de ser exitosa, puede transformarse en la primera victoria que le propicia el pueblo de Chile al sistema económico social vigente basado en la desigualdad y exclusión social.

Las últimas jornadas de protesta han dado cuenta de la amplitud, masividad y radicalidad con las cuales el pueblo de Chile se ha manifestado. Vivimos momentos de gran algidez y confrontación social. Acusaciones de tortura policial a estudiantes que se manifiestan recorren el país y un Gobierno acorralado socialmente debe hacerse ahora cargo de la violencia empleada.

Estamos ad-portas de una reunión entre todos los actores sociales que han sido protagonistas de estas movilizaciones con el Presidente de la República. Claramente esta es una instancia que genera expectativas y que obliga al movimiento social a actuar de manera responsable. La exigencia de garantías ha sido clave para que dicho diálogo permita dar salidas al conflicto en dirección a recuperar la educación pública y no en profundizaciones al modelo neo-liberal con la existencia de la letra chica siempre presente en los proyectos de ley que nacen del actual ejecutivo.

Es en esta coyuntura que debemos empezar a delinear cuáles van a ser las estrategias a mediano y largo plazo que van a poder concretar una apertura democrática que en base a la participación conquiste un nuevo pacto social. La idea de un plebiscito y la demanda por una asamblea constituyentes implican herramientas fundamentales para proyectar la lucha que el movimiento por la educación ha desencadenado.

Fundamental resulta para dichos objetivos la reconstrucción del tejido social necesario para que como sociedad podamos conquistar una institucionalidad más democrática. Esto debe implicar un esfuerzo de todos los sectores movilizados en convocar a nuevas organizaciones sociales que han nacido al alero de esta lucha, así como también la coordinación y el trabajo con organizaciones ya existentes que requieren de un impulso para que asuman el desafío de un cambio social estructural acorde al cuestionamiento profundo que se le ha hecho a la institucionalidad democrática chilena vigente.

Resulta difícil de asimilar que luego de una lucha tan intensa contra la dictadura, en la que cayeron en las manos represoras del Estado hombres y mujeres de gran valor y convicción por la tarea de recuperar la dignidad de nuestro pueblo, haya tenido que pasar tantos años para que Chile nuevamente asuma una predisposición para hacer cambios profundos. Pues ahora estamos en la coyuntura para derribar la educación de Pinochet, pero siguen como vacas sagradas el sistema de salud, el de pensiones, la propiedad de los recursos naturales y de sistema político absolutamente vigentes y perpetuando una lógica de exclusión social.

Una hoja de ruta, un programa de cambios sociales, es la próxima tarea que debemos empezar a impulsar desde la base de la movilización social. Instancias como las asambleas ciudadanas que se esparcen por todas las regiones del país han demostrado que existe una inquietud por ampliar los niveles de organización. Es necesario que dicha inquietud supere los debates sobre la educación y proyecte las próximas luchas por democratizar Chile.

Chile se puso ya una vez los pantalones grandes, logremos todos que este despertar reconquiste la dignidad de Chile, la igualdad, la justicia social y una real democracia participativa.

lunes, 8 de agosto de 2011

La derecha sacó las garras y el pueblo las cacerolas

Reprimir fuertemente las movilizaciones del 4 de agosto implicaba un alto costo político para el Gobierno que estuvieron de ante mano dispuestos a pagar.

Ser criticados por una represión violenta, tanto a nivel nacional como internacional, abría una debilidad pero permitía mostrar una fortaleza: el Gobierno (quizás no con los mejores métodos) estaba demostrando el principio de autoridad ante un movimiento radicalizado y debilitado; estaba imponiendo el orden, pues el movimiento ya iba a la baja y lo que la ciudadanía reclama es el fin del conflicto.

El llamado de las cacerolas que por redes sociales se convocó a las 21:00 empezó mucho antes a aguarle la fiesta al Gobierno.

La gran masividad de una forma de expresión de manifestación abandonada desde la dictadura le permitió al movimiento por la educación pública nuevamente salir vencedor luego de una de las jornadas más violentas que ha tenido Chile los últimos años. La derecha gobernante, sin capacidad de reacción seguía su pauta pre-definida no reparando en el ruido de las cacerolas. Zalaquett, por ejemplo, el jueves en la noche, defendía la represión argumentando que la tranquilidad era el deseo de la mayoría de los vecinos de Santiago y tras sus palabras se escuchaba el metálico sonido que caracterizó el fin de una jornada histórica.

¿Cómo proyectar la lucha luego de tan álgido día?

El escenario social del país se encuentra en un estado de gran complejidad que, claramente, no permite que ningún iluminado venga a dar cátedra de cuáles son los siguientes pasos a dar. Pero sí es preciso, como insumo a una necesaria discusión, hacer una reflexión con algunos elementos relevantes.

La derecha ya definió la vía de mayor represión y de imponer el principio de autoridad al precio que sea. Lo que viene a futuro no es chiste. Violencia, detenciones, seguimientos, amenazas continuarán con su espiral ascendente. Novoa ya lo señaló: Si se va a gobernar con ideas ajenas para obtener un 26% de apoyo, yo prefiero gobernar con nuestras ideas y quedarme con el 36%. Ante esto se hace sumamente necesario que el movimiento estudiantil se concentre en continuar en su lógica de convergencia con el mayor número de actores y de resguardar el apoyo ciudadano. La fisura, el estancamiento o la desaprobación, resultan fatales en el momento político que nos encontramos

Además, pese al grado de alta ingobernabilidad en que nos encontramos y, por tanto, de pérdida de credibilidad del Gobierno tanto al interior del país como internacionalmente, la derecha no ha querido dar concesiones estructurales en cuanto a reformas en la educación superior. Los intereses en dicho sector -tanto económicos como ideológicos- son de tan alta envergadura que se ha preferido el nivel de algidez al que hemos llegado antes que realizar cambios sistémicos orientados a fortalecer la educación pública en desmedro de la lógica mercantil. En este sentido, el Gobierno prefiere seguir inflando el conflicto hasta que explote antes que dar respuestas orientadas a descomprimirlo.

Aunque el actual movimiento trasciende con creces lo meramente educacional, existe ahí un foco que no podemos abandonar por las demandas mayores, las cuales evidentemente también tenemos que atender. Sin embargo, el salto cualitativo, del cual existe gran consenso que realizó este movimiento, no debe entenderse contrario a la necesidad de seguir buscando el giro que debe experimentar la forma en que se imparte la educación en Chile y la preocupación que debe tener en esto el movimiento estudiantil.

Producto de la necesidad de lograr nuestros objetivos y obtener ganadas concretas para este movimiento por la educación, se desprende la idea de un plebiscito, el cual es una herramienta que debe ser impulsada con fuerza por todos los actores de la educación, sobre todo apuntando a aquellos elementos en el cual el ejecutivo no estará dispuesto a dar concesiones. Pero esto no puede llevarnos a dejar solo en manos del plebiscito la salida del actual conflicto, pues este es solo un instrumento de expresión del sentir ciudadano y no una estrategia de recuperación de la educación pública o de solución de los macro objetivos levantados por el movimiento, a saber, los cambios estructurales en la forma en que se toman las decisiones en el país y en cómo se distribuye la riqueza aspirando a mayor igualdad. Estos son los aspectos de fondo que no pueden ser invisibilizados ni por el Gobierno (a través de un ordenamiento de los poderes fácticos que permita un aislamiento del movimiento y sus actores) ni por quienes ven en este conflicto la oportunidad de dar un salto en sus niveles de reconocimiento y adhesión, lo cual, por cierto, es absolutamente legítimo y saludable.

Asimismo, es importante tener en cuenta los procesos que se viven al interior de la Concertación. Nos guste o no nos guste son un actor relevante dentro del escenario político del país, por ende, es preciso contar con elementos de lo que pasa al interior de dicho conglomerado. Las tensiones son a todas luces evidentes, el plantón que le hicieron los presidentes de la Concertación a Piñera, además de ser un hito inédito en la historia de Chile, si bien permitió consolidar el aislamiento en el que se encuentra el Gobierno, generó mucho conflicto interno. Existen amplios sectores de este conglomerado deseosos de reeditar la política de los acuerdos y junto a ello conviven sectores disponibles para dar luchas democratizadoras e impulsar iniciativas para recuperar la educación pública. Si a esto le sumamos el oportunismo que ha caracterizado su accionar durante el conflicto, evidencia que es un actor que puede fluctuar y alterar las correlaciones de fuerza generadas. Cincuenta y dos Diputados, la mayoría concertacionistas, se plegaron al documento bases para un acuerdo social, hecho no menor, pero insuficiente en las correlaciones de fuerza que existen hoy en el Congreso y que se requieren para un triunfo del movimiento y sus demandas, lo cual nos indica que son un actor susceptible de presión y al cual no debemos obviar para impedir que en un golpe de timón nos den la espalda.

Por otra parte, estamos adportas de enfrentarnos a las que debieran ser una de las mayores jornadas de movilización y paralización productivas de los últimos años, bajo la convocatoria a Paro Nacional para el 24 y 25 de agosto hecha por la CUT y, a la cual, como estudiantes y movimiento no solo debemos adherir en lo testimonial, sino también debemos dotarla de contenido con nuestra lucha, tanto en los político, como en la expresión callejera de la misma, con grandes expresiones de creatividad y masividad.

Es evidente que el escenario político posee una complejidad no menor. Creo que estos son algunos de los elementos más relevantes a considerar para proyectar la lucha que estamos librando. La convicción ha caracterizado nuestro accionar el cual nos ha permitido llevar este movimiento a una coyuntura inimaginable. Sigamos avanzando en unidad, con masividad y en un permanente estado de alerta y discusión.

sábado, 6 de agosto de 2011

“O Movimento Estudantil deve levantar uma voz política que reclame por mudanças sociais

Quisiera compartir con ustedes una entrevista que di a unos compañeros de Brasil, muy interesados en como se han dado nuestras movilizaciones.

Entrevista com José Manuel Morales, da Federação de Estudantes da Universidade do Chile (FECh).

Por Joana Salém Vasconcelos.

Colaboradora da Secretaria de Relações Internacionais do PSOL

De Santiago do Chile.

Meu nome é Jose Manuel Morales, eu sou o encarregado de finanças da FECh (Federação de Estudantes da Universidad de Chile), e também sou senador universitário do Conselho da Universidad de Chile, que é um órgão tripartite, colegiado, com função normativa na universidade.

JSV – Faz quanto tempo que a educação pública chilena não é gratuita?

JMM – A reforma que eliminou a gratuidade foi feita em 1981, sob a ditadura. Eliminou-se grande quantidade dos recursos que iam para as universidades estatais, se autorizou a criação de universidades privadas novas, e criou-se o sistema de crédito “Solidário” como forma de pagamento da educação. É nesse ano que se fez a grande reforma educacional que eliminou a gratuidade do ensino superior.

JSV – Em média, quanto custa um curso universitário e quais são as opções de pagamento?

JMM - O preço varia bastante, é bem heterogêneo. Uma graduação muito cara, uma das mais caras que existe, pode chegar a custar 4 milhões de pesos ao ano [aproximadamente R$ 16 mil ao ano]. Até as carreiras técnicas, mais baratas, que podem custar 500 mil pesos ao ano [aproximadamente R$ 4 mil ao ano]. Esses são os dois extremos. Minha graduação em Sociologia na Universidad de Chile, por exemplo, custa 2,19 milhões de pesos ao ano [aproximadamente R$ 8.760 ao ano].Há dois sistemas de crédito para pagar o curso. Um deles é restrito às universidades do CRUCh [Conselho de Reitores das Universidades mais antigas, sendo 16 estatais, 6 católicas e 2 privadas], ou seja, às universidades tradicionais que são aquelas que existem desde antes da lei de 1981. Esse sistema se chama Fundo Solidário, e tem uma taxa de juros de 2,6%. Essa taxa é mais amigável que o outro sistema, que é o “crédito com aval do Estado”. Esse outro crédito é um fundo que surgiu em 2005, vale tanto para as universidades tradicionais quanto para as universidades novas, e tem uma taxa de juros bastante onerosa, de 6%. Além disso, existem vários sistemas de bolsas de estudo, todos concentrados nas duas faixas socioeconômicas mais baixas. O sistema de ajuda nacional divide a população em cinco faixas segundo o nível de riqueza. Como o sistema de bolsas se concentra nas duas faixas de menor renda, um setor importante da população de classe média, que pertence às terceira e quarta faixas, fica desprotegido.

JSV- Ou seja, a ampla maioria tem que pagar para estudar...

JMM – A maioria tem que pagar.

JSV – O movimento que se fortaleceu este ano é herdeiro da revolução dos pingüins em 2006. Você acha que daqui a alguns anos o movimento pode voltar ainda mais forte?

JMM – Sim, e isso pode ocorrer em pouco tempo. As diferenças desse movimento em relação ao movimento de 2006 são, primeiro, que agora há mais atores, não somente os estudantes, mas também intelectuais, trabalhadores, professores... A cidadania em seu conjunto se agregou ao movimento. E a segunda diferença é que além de questionar o sistema educacional, o movimento questiona aspectos estruturais da sociedade em seu conjunto. Então, estamos diante de um movimento que, se bem planejado, pode afetar a forma de entender a democracia e as desigualdades no interior do Chile.

JSV – Como está a articulação dos estudantes com os mineiros do cobre? O que vocês estão planejando fazer na greve nacional dos mineiros marcada para os dias 24 e 25 de agosto?

JMM – Os trabalhadores da CODELCO, que é a empresa nacional do cobre e representa 25% da exploração de cobre de todo país (o resto é privatizado), conseguiram realizar uma paralisação nacional de um dia em todas as unidades, e foi um golpe muito forte contra o governo como medida de pressão. Eles mesmos [os trabalhadores] reconhecem que não teriam conseguido essa paralisação se os estudantes não tivessem tocado em temas de fundo como a nacionalização do cobre. Existe uma forte coordenação principalmente com a Central de Trabalhadores, que representa todos os sindicatos do país.

JSV – Nesse contexto, qual você pensa ser o papel do movimento estudantil na sociedade?

JMM – São dois papeis paralelos. Por um lado, canalizar as demandas da categoria, as reivindicações dos estudantes com respeito a bolsas, pagamentos, ou seja, problemas que surgem da condição própria dos estudantes. E por outro lado, levantar uma voz política que reclame por mudanças sociais. Esse movimento atual tem uma demanda política, e o governo nos criticou muito por isso. Mas a verdade é que isso fez com que ganhássemos apoio de muita gente.

JSV – Até agora como estão as negociações com o governo, e quais são as principais conquistas do movimento?

JMM – As negociações estão congeladas. Ocorreu a mudança de Ministro agora, saiu o ministro Lavín e entrou o senhor Bulnes. Nós estamos vendo como vai se comportar esse novo ministro. Ele disse que esperava conversar conosco na próxima semana. Amanhã em Punta Arenas, no sul, vai ocorrer uma reunião da CONFECh – Confederação que reúne todas as Federações Estudantis das universidades tradicionais – que vai analisar o cenário. Nós estamos dispostos ao diálogo, estamos conversando... Mas ainda não estamos dispostos a subir numa mesa de negociações, porque pensamos que a saída dessa situação não deve ocorre em uma mesa somente com estudantes e o governo. Os estudantes defendem que deve haver mais atores na mesa de negociação. Além disso, não existe uma vontade explícita da parte do governo de avançar nas demandas que estamos reivindicando. Mas já avançamos em alguns pontos. Um deles é o reconhecimento geral de que a educação chilena está em crise. Antes de nosso movimento, se admitia que o a educação não estava em crise, e que a crítica ao sistema era a reclamação de uns poucos privilegiados. Agora não, é reconhecido que é preciso fazer algo. Por isso o presidente, em cadeia nacional de televisão, anunciou uma série de políticas públicas para a educação superior. Nós criticamos a ele porque nada foi dito sobre o tema da democracia, um tema que nos preocupa muito. Também criticamos porque ele não falou nada sobre a educação secundária, que está muito mobilizada. Ele disse que estaria disposto a colocar certa quantidade de recursos nestas medidas. Uma coisa que caracteriza este governo é que “seus projetos tem letra pequena”, como se diz. Os títulos são muito atraentes, mas as especificidades dos projetos revelam que se trata de mais uma medida neoliberal. Então existe essa desconfiança. O GANE – Grande Projeto Nacional de Educação, proposto por Piñera – é uma resposta às nossas demandas ou é nada mais que o aprofundamento do modelo? Por isso nós até agora o rechaçamos. Há no projeto, por exemplo, que uma quantidade dos recursos vai para mil bolsas destinadas aos estudantes de mais baixa renda como forma de acesso complementar a universidade...

JSV – Mas no universo geral de estudantes isso é muito pouco, não é?

JMM – É, é pouco. Essas são bolsas complementares. Mas o tema do acesso a educação superior é uma demanda importante desse movimento. Para que não entrem somente os privilegiados. Então o plano apresenta algumas coisas positivas, mas em seu conjunto não cumpre nossas demandas. Também não está claro quais são as saídas para algumas temas específicos. Então estamos rechaçando o plano, mas em nenhum sentido com as portas de negociação fechadas.

JSV – E Piñera falou algo sobre o orçamento da educação?

JMM - Sim. Piñera sempre disse que iria destinar, em seis anos, 4 bilhões de dólares para a educação e disse aos reitores que estava disposto a aumentar os aportes [subsídios] das universidades, ou seja, o dinheiro que o Estado entrega diretamente às universidades estatais. Isso é tudo o que disse. Estamos atentos se essa promessa vai se materializar.

JSV - E este novo ministro tem um histórico similar ao Lavín [Ministro da Educação anterior que foi deslocado para o Planejamento]? É proprietário de universidades privadas?

JMM - Não. O ministro Felipe Bulnes é filho, neto e bisneto de uma grande casta de políticos, presidentes, ministros do Chile. Ele vem dos setores mais oligarcas do pais. Isso é algo que se deve ter em conta. Entretanto não é da Opus Dei. O Ministro Lavín é membro da Opus Dei. O s setores mais reacionários da igreja católica... Bulnes talvez tenha maior capacidade de negociação e vem tentar fazer acordos. Esperamos que ele cumpra seu propósito. E estamos atentos para ver o que vai oferecer, a materialização do que já se anunciou, e os temas ainda pendentes.

JSV – O povo chileno está junto com os estudantes em sua luta ou não se pode fazer um diagnóstico preciso desse apoio?

JMM – Sim. Nós temos certeza de que isso é assim. Existem pesquisas, ainda que se possa questionar sua veriacidade. Existem pesquisas que apontam que há 86% de aprovação da sociedade. A isso se soma a desaprovação do governo. Este é o governo que desde a democratização tem o índice de desaprovação maior, cerca de 60%. As pessoas fazem doações ao movimento, as pessoas apóiam ativamente. Há um ambiente de sintonia entre os estudantes e os cidadãos. Além disso, Camila Vallejos, a presidenta da FECh, tem uma forte liderança e é uma pessoa muito querida, respeitada. As pessoas sentem apreço por ela. E claro, há um apoio ao movimento em seu conjunto e não só aos dirigentes.

JSV - E qual é o próximo ato político do movimento partir de agora?

JMM - Está convocado para o dia 30/7 uma jornada massiva cidadã no parque O’Higgins. Não estou absolutamente seguro da data, talvez isso atrase uma semana. Estamos preparando não uma marcha, e sim uma “concentração”, que seja no fim de semana para incluir a presença das famílias. Nossos pais nem sempre podem marchar conosco por que é dia de trabalho e nem todos os trabalhadores podem parar aqui no Chile. Essa é a próxima ação de massas que estamos preparando.

Amanhã é a reunião da CONFECh [Confederação dos Estudantes Chilenos], que agrupa todas as Federações Estuidantis das universidades tradicionais. O que nos preocupa muito é manter um discurso unitário com os professores universitários, com os estudantes do secundário, e com professores do secundário. Para que quando comecem a avançar as negociações, o governo saiba que o bloco social mobilizado esta muito unido e com demandas em comum. Estamos avançando nestes dois aspectos agora.

JSV - E além da reivindicação de gratuidade, de ampliação do acesso as universidades e de renacionalização do cobre para garantir a gratuidade da educação, quais são as outras demandas principais do movimento estudantil?

JMM - Existem algumas outras demandas relacionada somente a educação. Primeiro, a gratuidade ao menos para as três faixas mais pobres. Ou seja, se não conseguimos outras mudanças estruturais, que ao menos este setor estude gratuitamente. Se conseguimos a gratuidade inteira muito melhor!

Segundo, o tema do acesso a universidade. Terceiro, por maior democracia dentro da universidade. A maioria das universidades do Chile tem estatutos que são herdados da ditadura e que não dão espaços de participação. Quarto, maior número de bolsas com maior ajuda econômica aos estudantes, o tema dos transportes, alimentação, etc. Quinto, maiores contribuições fiscais para as universidades, para bons projetos de pesquisa e ensino. Para que as pesquisas tenham interesse público. Estas são as demandas diretamente relacionadas com a educação.

Há também as demandas mais estruturais, como a renacionalização do cobre. Além disso, defendemos uma reforma tributária, que permita que as empresas que tenham mais lucros sejam as que mais contribuam ao Estado, pois efetivamente o sistema tributário é muito regressivo. Aqueles que menos tem são os que mais pagam. Defendemos também uma Assembléia Constituinte. A Constituição do Chile é herdada de Pinochet, e precisa ser rediscutida em uma grande assembléia nacional com todos os atores. O movimento defende uma reforma profunda contra falta de democracia e contra a desigualdade social no Chile.

Para concluir, gostaria de fazer uma saudação ao Brasil. Para nós Brasil é um exemplo de organização estudantil. Nós, estudantes chilenos, ainda não estamos unidos num organismo nacional. A CONFECh reúne somente as universidades tradicionais. Neste ano avançamos muito e tem sido muito positivo no sentido de fomentar a organização e o trabalho conjunto com as universidades privadas. A experiência brasileira é muito importante pois há um sistema unificado de todos os estudantes. Estes são os próximos passos que nos temos como movimento estudantil.

JSV - Me parece que a capacidade política dos estudantes chilenos em relação à organização de base social esteja muito superior a nossa atualmente no Brasil. Em termos de organização nacional o movimento estudantil brasileiro talvez tenha mais experiência e mais história, muitos anos de entidades que têm características nacionais. Porém com a força que vocês têm no movimento de massas no Chile, creio que não vai ser difícil construir um organismo nacional com muita força e representatividade, além de capacidade para conquistar as reivindicações.

JMM - As discussões entre estudantes aqui deixou claro que isso é uma necessidade e que nós temos que fazê-lo rapidamente. Para não perder a organização conquistada este ano, construir uma entidade nacional de todos os estudantes universitários e secundaristas é fundamental.

lunes, 1 de agosto de 2011

CHILE YA ES DISTINTO

Faltando horas para la reunión en la que el Ministro Bulnes le dará una respuesta a todos los actores movilizados, luego de más de dos meses de protestas estudiantiles y sociales, no estamos para balances si no que expectantes ante el nuevo cauce que pueden tomar nuestras movilizaciones.

Sin embargo como reflexión previa a un balance e inserta aun en la vorágine de las movilizaciones, podemos decir que las multitudinarias marchas que vio Chile en todo su territorio; el realce de la movilización y el amplio apoyo ciudadano a esta, el aislamiento del Gobierno a tal punto que si los dirigentes estudiantiles lo solicitan, presidentes de partidos políticos dejan plantado al Presidente de la República; el jaque puesto al Gobierno expresado en el cambio de Gabinete, en su histórico rechazo en las encuestas, en los errores no-forzados cometidos y en el desorden dentro de las filas derechistas, hablan ya de un nuevo momento político en la historia del país.

En el futuro, las relaciones sociales en Chile ya no podrán estar contenidas por una democracia pactada y una transición tutelada. Chile y su pueblo reclaman cambios estructurales en cómo se toman las decisiones, cómo se distribuyen las riquezas, cómo se explotan los recursos naturales.

Chile ya es distinto porque una gran masa ciudadana y popular despertó para exigir cambios. El movimiento estudiantil cumplió (y aun cumple) un rol protagónico en este cambio de paradigma. Es deber de todos quienes participamos activamente en estas movilizaciones proyectarlas para lograr los cambios estructurales puestos encima de la mesa. Para esto se hace fundamental una mayor cantidad de actores: organizaciones políticas y sociales históricas así como también las nacidas al alero de esta lucha.

La continuidad de este proceso depende en gran medida en evitar caer en el sectarismo de sentirse los únicos dueños de esta lucha ni tampoco los únicos con la claridad para decir cuáles son los pasos siguientes que se deben realizar.

El choque de las diversas culturas de los actores sociales estará en la base de la continuidad del proceso democratizador que se inició en Chile. Depende de nosotros que dicho choque materialice crecimiento y madurez de todas las partes, y no quiebres y aislamiento que es justamente lo que no necesita ahora el pueblo de Chile que ha despertado exigiendo democracia e igualdad.

Viviendo y haciendo la historia, movilizados por Chile su educación y su desarrollo. ¡Que vivan los estudiantes!